Es cierto que el siglo XX fue (y a mi sentir, sigue siendo) una época mágica y creativa. Si analizamos un poco la gama musical que tenemos a nuestra disposición, veremos que no sólo estos géneros, sino sus generadores, sus antecesores, incluso aquellos que aportaron apenas tintes para su formación, tuvieron su nacimiento dentro del siglo pasado.
Y esto no es pura casualidad. El avance del contexto mundial de globalización que permitió la expansión de territorios musicales más allá de cualquier frontera delimitada en tiempos pasados. El mismo avance tecnológico hizo que de manera casi imperceptible a causa de las revoluciones de todo tipo que ocurrían a su alrededor, la música empezara a converger y aparearse dando vida a una vasta red de formas e idiomas.
Talvez me fui un poco por las ramas, pero todo este preámbulo tiene un sentido explicativo para el tema que realmente me interesa abordar.
Hace ya un tiempo tuve digamos, la suerte, dentro de esta actividad musicologica que disfruto de llevar a cabo, de chocarme con 2 ejemplos de un tipo de redundancia extraña de la que no tenía constancia en mis oídos.
De ser sincero, el primero de estos ejemplos surgió de mi costado cinéfilo.
Disfruto de las bandas sonoras de las peliculas tanto como de las peliculas mismas. “The Rocky Horror Picture Show”, “A ClockWork Orange”, “”,”Kill Bill Vol 1”, son ejemplos de bandas sonoras que llegaron a encantarme. Y de esta última es de la cual surgió el caso que me llamó la atención.
Debo decir que mi mirada sobre el asunto es completamente subjetiva, tal vez lo que resultó obvio para mucha gente a mí llegó a sorprenderme.
El caso es que durante mucho tiempo creí que el tema de la pelea final entre Uma Thurman y Lucy Liu , hablo específicamente de “Don’t let me be missunderstood” interpretado por Santa Esmeralda, era una originalidad de la banda.
Sonido mezclado entre late 70’s y early 80’s, en compañía de palmas y guitarra flamenca, la canción de más de 10 minutos de duración supo quedarse en mi cabeza. Esto fue hace ya varios años.
Hace un poco menos de tiempo, empecé a ahondarme en mi costado más oldie. Comenzando con rock’n’roll de los 60’s y 70’s, llegué a sentir esa conexión con la epoca, talvez por raices ó por alguna otra justificación un poco más profunda. La onda oldie continuó con el rock’n’roll y Rockabilly de los años 50’s. Musicos como Buddy Holly, Elvis Presley, Little Richard, The Platters, Jhonny Cash, entre otros, me mostraron como la simpleza de lo temprano a veces resulta más profundo que la complejidad del que ya conoce todos sus recursos.
En la busqueda de bandas y artistas de las epocas pasadas, me encontré frente a frente con uno de los referentes ingleses de la decada post-jfk. Hablo de The Animals, banda encabezada por el expresivo pero oscuro y frio Eric Burdon, con sus tempranos años.
Ahí fue cuando me llevé mi primer sorpresa. La canción que tanto me había gustado oir de manos de Santa Esmeralda era un cover de estos genios ingleses.
No sería la primer ni ultima vez que uno se encontrase que el tema que le gusta es un cover. La vastedad de artistas existentes desde hace decadas hacen que ,ya sea en función de tributo, homenaje ó simplemente falta de creatividad, las canciones –ó sus tecnicismos- se repitan.
Esta idea del uso de canciones ajenas no es merecedora alguna de criticas. El mal acostumbramiento del musico pop/rock de finales de siglo a la reinvención de los artistas y su musica es un accidente. En musicos de mitades de siglo XX, era muy normal la ejecución de canciones de musicos anteriores las cuales les sirvieron de inspiración en recitales en vivo e incluso en discos. The Beatles grabaron 3 discos ejecutando covers entre algunos temas propios: “Please Please Me”, “With The Beatles” y “Beatles For Sale”.
Ahora, si hasta ahí la situación era normal ó por lo menos “esperada”, youtube hizo que se convierta en algo distinto…
No hay comentarios:
Publicar un comentario